Esperanza Cristiana es la del cristiano fiel a su llamamiento y vocación celestial.
Desde Abel y todos los demás héroes de la fe; la esperanza fue el fundamento para vivir, servir y agradar a Dios en el transcurso de sus vidas cortas o largas.
La esperanza cristiana de manera específica, le permitió a Abraham obedecer el llamado de Dios y partir hacia lo desconocido. Dice la palabra de Dios en Hebreos 11:8; salió sin saber a donde iba. Las siguientes generaciones y; hasta nuestros días, todos conocemos los efectos de ese camino de fe tomado con fundamento en la esperanza cristiana. Dice Hebreos 11:10; porque “esperaba” la ciudad que tiene fundamentos cuyo arquitecto y constructor es Dios. San Pablo Apóstol, hablando acerca de la firmeza en la gracia de Jesús; dice: y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Es decir: En la gracia de Jesús hay y habrá esperanza que traspasa todos los límites de lo conocido y lo desconocido.
Conocí a Jesucristo en mi niñez por medio del mensaje evangélico que misioneros de diferentes nacionalidades- incluso canadienses; llevaron a nuestra patria (Colombia). Vivimos años de persistente persecución religiosa por haber abandonado la religión oficial del país. Mi madre nos cantaba un himno que entre otras bellas frases; una decía: La biblia es el sol que irradia esperanza, y; luna de esperanza tu serás-; refiriéndose a Jesús o Dios. Sobrepasamos los años de persecución, fundamentados en la esperanza que cada día teníamos. Esperanza para el tiempo presente aquí en este planeta y para el futuro cercano, lejano o eterno.
Cuando pienso en los tantos mártires de la fe cristiana; entiendo que la única razón por la cual los cristianos que murieron destrozados por leones hambrientos en los circos romanos mientras se abrazaban y cantaban; fue la esperanza. E igual los que murieron bajo el poder de la inquisición solo pudieron permanecer firmes hasta el final; porque estaban profundamente convencidos de la esperanza viva de gloria.
Aquí en la tierra tenemos muchas esperanzas que animan nuestra fe. Un mejor trabajo, una loable oportunidad de ser útiles, una solución especial para cada situación de la vida cotidiana, una meta realizada y en general un crecimiento en todo sentido y toda área física, espiritual y material. Todo ello es maravilloso pero termina aquí mismo en este mundo. Pero la esperanza bienaventurada de estar con Dios por siempre en el misterio infinito de la eternidad; nos debe animar a caminar cada día siguiendo los pasos de Jesús y entregarnos en sacrificio vivo y agradable a Dios.
My friend from Columbia wrote the above article on Christian hope.
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